Global Wildlife Conservation (GWC) changed its name to Re:wild in 2021
Por Kaneymaku Suárez Chaparro, miembro de la comunidad de Sogrome y estudiante de biología en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas; y Ruperto Chaparro Villafaña, líder de la comunidad Sogrome y miembro de Amas la Sierra.
En la Cultura Arhuaca creemos que el mundo está construido de puentes que conectan a los pueblos en torno a los sueños que los unen y propósitos que realizan, sea en razón de las necesidades o motivado por las aspiraciones. Con base en este pensamiento creamos Amas la Sierra, una organización indígena de la comunidad tradicional de Sogrome, concebida para crear puentes entre nuestra cultura Arhuaca y la cultura del hermano menor, y SUMAR PENSAMIENTOS que nos permitan gestionar nuestros potenciales de una manera más evolucionada y conectada con la sociedad y el medio ambiente.
Es por ello que, en 2016 establecimos los primeros diálogos con el biólogo e investigador Luis Alberto Rueda Solano. Hablamos acerca de la importancia de establecer una relación de igual a igual, especialmente la científica que permita reforzar los objetivos de la preservación del territorio y su riqueza tanto natural como cultural. Conscientes que los modernos desafíos del cambio climático o la extinción de especies afectan por igual a los indígenas y los no indígenas, donde la posible solución, que es la posibilidad de nuestra propia supervivencia, resultaría práctica en la cooperación y trabajo conjunto.
Así que nuestro encuentro en Sogrome el 16 de abril de 2019 fue un encuentro entre las autoridades tradicionales indígenas y las autoridades científicas, en una especie de laboratorio de aprendizaje para conocerse y compartir propósitos. Las autoridades Arhuacas fueron enfáticas en resaltar que adoptamos la ciencia porque estamos seguros de que podemos hacerle importante aporte mientras tenemos que aprender mucho de ella también. Esta es la razón fundamental por la que buscamos que nuestros jóvenes Arhuacos vayan a las universidades a convertirse en científicos, y sean garantes de la ampliación del conocimiento que sirva tanto a los indígenas y no indígenas.
En esta comunidad estamos trabajando en esta iniciativa desde hace más de 4 años. Iniciamos en el campo de la Economía donde buscamos conciliar ‘la naturaleza agresiva’ del capitalismo con nuestra misión de permanencia cultural. Ahora nos abrimos campo en la Biología liderado por Salvador Suarez Chaparro, Arhuaco estudiante de Biología, donde el propósito no es tan solo registrar especies endémica aun no incluidas en la literatura científica, sino, enseñar que la preservación de la biodiversidad es posible para todos. Es en esto que decidimos invitar a la Fundación Atelopus para que, por un lado, como científicos acompañen a Salvador, y por otro lado, como institución sea nuestro aliado en el esfuerzo por la preservación de las especies de la Sierra Nevada de Santa Marta, inicialmente el Atelopus arsyecue.
No es un detalle menor empezar nuestra misión con Gouna (Atelopus arsyecue) porque no es una especie endémica nueva, para nosotros es la autoridad emblema de miles de años que ha inspirado la organización de nuestras prácticas culturales hasta concebir que el papel de los Humanos está ligado, en su origen y evolución, con la forma de ser y desarrollarse la naturaleza y el universo, lo que nos ha permitido convertirnos en una cultura milenaria y el territorio convertirlo en un espacio cultural extraordinariamente biodiverso, el mismo territorio que dio motivos a la UNESCO en el año1979 para declararlo Reserva de la Biósfera y Patrimonio de la Humanidad.
Con ese telón de fondo proponemos esta relación científica que supere el viejo dilema de expropiación de los conocimientos locales o tradicionales por parte de los no indígenas. Lo que buscamos es, sumando lo mejor de cada cultura, trabajando juntos seamos un legado, una civilización responsable.