Global Wildlife Conservation (GWC) changed its name to Re:wild in 2021
La Fundación Atelopus tiene como eje misional proteger y conservar los anfibios y reptiles en la Sierra Nevada de Santa Marta (SNSM). Guiados por instinto y pasión por la biología nuestro equipo desarrolla actividades de investigación y conservación. Nuestra vocación por los anfibios nos ha llevado a lugares inhóspitos y maravillosos en la SNSM, donde cada día aprendemos la importancia de los pueblos indígenas para conservar el territorio y la biodiversidad.
Fue así como nuestro equipo emprendió una nueva aventura hacia la mágica e impredecible SNSM, donde partimos en este nuevo viaje llenos de expectativas y curiosidad. El proceso comienza en el año 2016 cuando Luis Alberto Rueda Solano “Beto” tuvo la oportunidad de conocer a Ruperto Chaparro Villafaña líder indígena del pueblo Arhuaco de Sogrome, estableciendo una relación de amistad y confianza que al pasar de los años se consolidó y se fortaleció con la alianza entre Fundación Atelopus, Amas la Sierra y las autoridades tradicionales indígenas del pueblo de Sogrome.
En esta expedición hacia Sogrome, donde participamos cuatro miembros de la Fundación Atelopus (Jeferson Villalba Fuentes, Jose Luis Perez, Luis A. Rueda Solano y Sintana Rojas), tuvimos la oportunidad conocer y sumergirnos un poco en la cultura Arhuaca y en su visión y pensamiento ancestral de conservación y preservación como cultura milenaria de la SNSM. Para esto tuvimos que adaptarnos al modo de vida de la comunidad, dormir en sus casas, compartir estilos de cocina, e intercambiar pensamientos para encontrar el propósito que nos condujo hasta ese hermoso pueblo inmerso en el corazón de las montañas de la SNSM. En este encuentro se establecieron relaciones de amistad, compromiso y confianza que conlleven a la creación de estrategias y/o procesos entre indígenas y los hermanos menores, para articular el conocimiento ancestral y el científico con la finalidad de preservar, conservar y proteger la SNSM.
Teniendo como línea base los procesos y rutas a seguir para trabajar con anfibios y las comunidades en el pueblo de Sogrome, conocimos a Kaneymaku Suarez Chaparro (Kaney) indígena arahuaco estudiante de Biología, nombrado por las autoridades como guardián de la rana arlequín estrellada (Atelopus arsyecue), o como se conoce en Arhuaco “Gouna”, especie por la cual empezó toda la historia. Nuestro mayor propósito era poder registrar y resaltar como el pueblo Arhuaco a través de su cultura, manejo y uso tradicional del territorio ha permitido que aún se encuentren estas especies que no se tienen datos de más de 25 años.
Con Kaney como guía local emprendimos la búsqueda que tanto habíamos anhelado, donde las autoridades nos hacen entrega de un artículo elaborado en lana de ovejo donde según las creencias locales reposarían nuestros pensamientos y conocimientos durante la exploración, con la condición de salir a medio día y volver al terminar la tarde para compartir la experiencia. Luego de tres horas de caminatas bajo un sol inclemente llegamos a una localidad llamada Tromba, y allí fue donde pudimos ver en las rocas de la quebrada unos pequeños y brillantes puntos reposando bajo el sol y la sombra, resultando ser nuestro objetivo. Afortunadamente logramos encontrar el asombroso numero de 34 A. arsyecue en aproximadamente 30 metros de la quebrada. Lastimosamente la tarde fue fugaz para nosotros, pero estábamos desbordando alegría por confirmar que estas ranas arlequines aún existían en la Sierra Nevada de Santa Marta.
Con estas relaciones de amistad y confianza establecidas con la comunidad y autoridades indígenas tradicionales del pueblo de Sogrome, con Ruperto Chaparro Villafaña y Kaneymaku Suarez Chaparro, buscamos entrelazar conocimientos y buscar estrategias que nos permitan seguir trabajando por la conservación y preservación de una de las áreas más IRREMPLAZABLES del mundo por su biodiversidad y endemismo como lo es la Sierra Nevada de Santa Marta.