Por primera vez, el equipo capta imágenes nítidas y consigue grabar su canto
For immediate release, June 03, 2021
Una expedición en Venezuela, dirigida por el ornitólogo David Ascanio y respaldada por American Bird Conservancy (ABC), redescubrió el Atrapamoscas del Turimiquire (Phyllomyias urichi) a principios del mes pasado. Desde que este pequeño atrapamoscas se describió por primera vez en el año 1899, sólo se conocían dos registros adicionales. El segundo avistamiento fue en la década de los cuarenta y el tercero en el año 2005. El Atrapamoscas del Turimiquire es una de las aves más desconocidas de Sudamérica, debido a los pocos registros que existen. Como consecuencia de la tala indiscriminada del bosque nublado donde habita, los biólogos de la conservación han sugerido que corre el riesgo de extinguirse. Sin embargo, el equipo de la expedición pudo demostrar que no se ha extinto: tomaron las primeras imágenes nítidas de la especie y la primera grabación de su canto, dando a conocer aspectos de su comportamiento y ecología.
"Es como un pequeño 'Shrek'," dijo Ascanio, acerca del ave de color verde olivo, similar al color del popular personaje de cine. "Tiene un canto estridente y no es tan llamativo como muchas otras aves del mismo bosque, pero si está allí, significa que el bosque está sano. Sin duda alguna, está en sintonía con la presencia de todas estas maravillosas aves del bosque y otras especies. Cuando lo encontramos, no pudimos contener la emoción".
Las montañas donde vive este atrapamoscas forman parte de un ecosistema único que alberga plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar del planeta. Además del atrapamoscas, pudimos observar aves como el Quetzal Dorado (Pharomachrus fulgidus), la Granicera Hermosa (Pipreola formosa) y el Colibrí Coludo de Venezuela (Aglaiocercus berlepschi), este último En Peligro de extinción.
"El Atrapamoscas del Turimiquire, es una de las pocas aves de toda Sudamérica que nadie había podido encontrar en los últimos 10 años, por lo que es muy emocionante que David y su equipo hayan redescubierto esta especie perdida", dijo John C. Mittermeier, director de divulgación de especies amenazadas de ABC. "Gracias al descubrimiento del equipo, ya sabemos con certeza el aspecto, el canto y dónde vive esta ave. Podemos utilizar esta información para empezar a tomar medidas para protegerla".
El 11 de mayo de 2021 el equipo de la expedición, conformado por cinco personas, emprendió una búsqueda durante seis días. En su búsqueda, eligieron tres lugares alejados y montañosos al noreste del país, en los Macizos de Bergantín y Caripe, de la Serranía del Turimiquire. La zona fue visitada en 1799 por el famoso naturalista Alexander von Humboldt y cuenta con otras especies muy buscadas por los ornitólogos, como la única ave nocturna que se alimenta de frutas, el Guácharo (Steatornis caripensis).
El último avistamiento del Atrapamoscas del Turimiquire fue en 2005, también por Ascanio y las pocas notas de campo que tomaron ayudó a orientar esta búsqueda. El equipo de la expedición quería volver tras los pasos de Ascanio y su compañero, el famoso observador de aves y profesor de música Mark Sokol, que fueron las primeras personas que vieron el ave en unos 65 años. Pero el bosque donde lo habían visto por última vez hace 16 años, había sido destruido, completamente talado y convertido en pastizales.
En su lugar, el equipo buscó bosques en la cuenca del río Caripe, conduciendo y caminando desde Caripe hasta Yucucual-Mata de Mango, en el Macizo de Caripe, Turimiquire en el estado Monagas. No estaban seguros de si aún quedaría bosque en la altitud específica en la que ha sido registrado el Atrapamoscas del Turimiquire, entre los 850 y los 1.100 metros sobre el nivel del mar. Curiosamente, el equipo encontró un camino real, usado por agricultores, que los llevó a un prometedor tramo de bosque. Según Ascanio, el bosque era muy parecido a aquel donde había visto al Atrapamoscas del Turimiquire en el año 2005. Su denso dosel, que solo permitía la entrada de esporádicos rayos de sol, tenía lianas que colgaban de los árboles y estaba lleno de cantos de aves, otra señal alentadora.
Sin embargo, en este hermoso bosque no fue nada fácil reencontrarse con este enigmático atrapamoscas. El equipo buscó por más de 10 horas y al final de la tarde, para su sorpresa, una pareja de estas pequeñas aves de color verde olivo se abalanzó y se posó en una rama de la parte baja del dosel. A la mañana siguiente, el equipo pudo encontrar una segunda pareja y grabar sus cantos por primera vez.
Los avistamientos también otorgaron a los ornitólogos la primera oportunidad de describir algunos aspectos del comportamiento del Atrapamoscas del Turimiquire y detallar su aspecto con mayor precisión. El ave mueve la cola hacia arriba, un comportamiento habitual de varias reinitas y otros atrapamoscas, y parece que solo vive en bosques con árboles emergentes (aquellos que sobresalen por encima del dosel medio del bosque). El atrapamoscas también tiene una línea apenas perceptible debajo del pico, un detalle que es difícil de detectar en ejemplares de museo y que no había sido reseñado en las descripciones e ilustraciones de la especie.
"Es asombroso que estos bosques aún alberguen sorpresas y especies prácticamente desconocidas", dijo Lina Valencia, quien es la coordinadora del país andino para Re:wild, y también ayuda a los investigadores a buscar especies perdidas en todo el mundo. "Las expediciones a zonas remotas, como el Macizo de Caripe, son extremadamente difíciles, pero es realmente alentador encontrar una especie tan rara como el Atrapamoscas del Turimiquire".
El equipo de la expedición visitó tres lugares de los cuales en sólo uno se encontró al Atrapamoscas del Turimiquire. En la segunda localidad la lluvia impidió la búsqueda y en la tercera, se encontraron que gran parte del bosque fue talado para uso agrícola. La zona Yucucual-Mata de Mango, puede ser uno de los únicos lugares donde aún sobrevive el Atrapamoscas del Turimiquire, debido a que una gran porción del bosque original de la Serranía del Turimiquire ha desaparecido. Ascanio espera que con la ayuda de la comunidad local este bosque se convierta en un destino para los observadores de aves y de turismo de naturaleza, y que ello contribuya a proteger a las numerosas especies únicas que tienen en este hermoso bosque como hogar y de esta manera se perpetúe su protección.
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Pie de foto: Atrapamoscas del Turimiquire, fotografiado el 11 de mayo de 2021. Era la primera vez que se veía el ave en 15 años y solo la cuarta vez que se documenta científicamente desde que se describió por primera vez en el año de 1899.
Fotografía: David Ascanio
Miembros de la expedición:
David Ascanio. Coautor “Birds of Venezuela” (2017). Investigador Asociado Colección Ornitológica Phelps. Formó parte del equipo de búsqueda del Atrapamoscas del Turimiquire.
Pedro Cabello. Ecólogo. Guía profesional de naturaleza. Formó parte del equipo de búsqueda del Atrapamoscas del Turimiquire.
Tomás Odehnal. Transporte, logística de alimentación y campismo. Naturalista. Asistente de campo.
Carlos Matheus. Guía profesional de naturaleza. Naturalista. Planificación de campo: rutas, contactos locales, situación local COVID. Asistente de campo.
Thore Noernberg. Guía profesional de naturaleza. Naturalista. Asistente de campo.